Fisterra, cuyo nombre deriva del latín: Finis terrae, “el fin de la tierra”
Miles de peregrinos llegan cada año, tras haber recorrido cientos de kilómetros, hasta la Plaza del Obradoiro donde se encuentra la tumba del apóstol Santiago, ubicada en la cripta de la catedral de Santiago de Compostela en Galicia, con la completa satisfacción de haber concluido su caminata. Pero la verdad es que el camino de Santiago no finaliza ahí, ya que esta travesía continúa hasta Fisterra: el verdadero punto final de este largo camino de peregrinación.
No se conoce el verdadero origen de este último tramo pero se cree que data de las peregrinaciones paganas realizadas antes de la cristianización, ya que no se podía seguir más el sol hasta su declive. Pero se cree que el peregrino que llegaba hasta Fisterra sentía más temor a Dios al llegar hasta este punto del fin de la tierra donde no había absolutamente más nada que mar, que viendo la misma fachada de la catedral de Santiago de Compostela.
Fisterra , cuyo nombre deriva del latín: Finis terrae, “el fin de la tierra”, es un municipio español de la provincia de La Coruña, en Galicia. Se encuentra ubicada a 98 km de Santiago y se puede realizar esta última caminata en 3 o 4 jornadas. Aquí se encuentra el faro más importante de la Costa da Morte (costa de la muerte), el cual guía a las embarcaciones en estas peligrosas aguas repletas de bajos y arrecifes.
Llegar, quemar una pieza de ropa o calzado que se haya usado en el camino y darse un baño en la Costa da Morte son las tradiciones que se suelen realizar para concluir el recorrido y la aventura de la peregrinación. Antiguamente, la quema de ropa se hacía para eliminar las bacterias y suciedad adquiridas durante la peregrinación y el baño era para purificar tanto el cuerpo como el espíritu.
Hasta hace varios años no había ningún albergue u hostal en este último tramo de Santiago a Finisterra, pero actualmente se cuenta con varios sitios de alojamiento en 3 puntos del camino y varios ya al llegar al destino final: Fisterra.